
Te has sometido a una cirugía plástica y deseas acelerar tu recuperación y obtener resultados estéticos excepcionales? El drenaje linfático manual (DLM) puede ser tu aliado perfecto en este proceso.En este artículo, te guiaremos a través de todo lo que necesitas saber sobre este tratamiento, desde su concepto hasta sus beneficios y contraindicaciones. Además, te brindaremos información esencial sobre la frecuencia y el momento ideal para realizar las sesiones de DLM, así como recomendaciones sobre otras técnicas complementarias para optimizar tu recuperación.
¿Qué es la linfa?
Dentro del sistema de funcionamiento del sistema linfático, la linfa es un líquido transparente que circula por un sistema de vasos y ganglios linfáticos por todo el cuerpo. Su función principal es transportar desechos celulares, toxinas y exceso de líquido desde los tejidos hasta el torrente sanguíneo para su eliminación.
¿En qué consiste el drenaje linfático manual?
El drenaje linfático manual es una técnica de masaje especializada que estimula el drenaje del líquido intersticial y las sustancias de desecho del cuerpo a través de los vasos linfáticos. El sistema linfático es una red de vasos y ganglios linfáticos que transporta líquidos y desechos desde los tejidos hasta el torrente sanguíneo.
¿Cuántas sesiones de drenaje linfático postoperatorio son necesarias?
El número ideal de sesiones varía según la complejidad de la cirugía y la respuesta individual del paciente. Sin embargo, se recomienda un mínimo de 15-20 sesiones, iniciando el tratamiento una vez recibida el alta hospitalaria y durante un período mínimo de 3-4 semanas. Una sesión de DLM suele durar de 30 a 60 minutos. Durante la sesión, usted se acostará sobre una camilla y el terapeuta utilizará sus manos para aplicar masajes suaves y precisos a lo largo de su cuerpo.
¿Qué otras técnicas o tratamientos pueden mejorar la recuperación?
Puedes combinar el drenaje linfático manual con otros tratamientos, pero puede ser beneficioso en algunos casos. La combinación del DLM con otras técnicas como la presoterapia o la electroestimulación puede ayudar a:
- Reducir la hinchazón y el edema postoperatorio de forma más rápida y eficaz.
- Mejorar la circulación sanguínea y linfática.
- Tonificar los músculos y la piel.
- Aliviar el dolor y la incomodidad.
- Promover una sensación de bienestar general.
Además existen otras técnicas y complementos que pueden contribuir a una recuperación más rápida y satisfactoria:
- Prendas de compresión: Como las fajas, que ayudan a controlar la hinchazón y mejorar la circulación.
- Hidroterapia: Favorece el drenaje linfático y la relajación muscular.
- Alimentación saludable: Rica en frutas, verduras y proteínas, para apoyar la cicatrización y el bienestar general.
¿Cuáles son los beneficios del drenaje linfático manual?
Los beneficios del DLM tras cirugías plásticas son numerosos:
- Reduce la hinchazón y el edema postoperatorio: El DLM ayuda a drenar el líquido intersticial que se acumula en los tejidos después de una cirugía, un traumatismo o una enfermedad;
- Acelera la cicatrización y la recuperación de los tejidos;
- Minimiza la aparición de hematomas;
- Fortalece el sistema inmunológico: El DLM ayuda a eliminar las toxinas y los desechos del cuerpo, lo que puede fortalecer el sistema inmunológico;
- Mejora la circulación sanguínea: El DLM estimula la circulación sanguínea y linfática, lo que puede ayudar a reducir la inflamación y retención de líquidos;
- Alivia el dolor y la incomodidad; y
- Promueve una sensación de bienestar general.
¿Existen contraindicaciones para el drenaje linfático manual?
El DLM es generalmente seguro y bien tolerado. Sin embargo, existen algunas contraindicaciones que deben considerarse:
- Infecciones agudas.
- Enfermedades inflamatorias.
- Cáncer.
- Trombosis venosa profunda.
- Heridas abiertas o piel con lesiones.
¿En qué zonas se realiza el drenaje linfático manual?
El drenaje linfático manual es especialmente beneficioso tras cirugías plásticas que conllevan un trauma tisular significativo. Se puede realizar en todo el cuerpo, pero hay algunas zonas que se benefician especialmente de este tratamiento. Si quieres saber más sobre los beneficios para tu cuerpo, haz clic en las imágenes:

Drenaje linfático pecho

Drenaje linfático facial

Drenaje linfático para el Abdomen

Drenaje linfático en las piernas
Abdominoplastia: El DLM ayuda a reducir la hinchazón y el edema postoperatorio, mejorando la circulación y acelerando la cicatrización.
Liposucción y lipoescultura: El DLM favorece la eliminación del exceso de líquido y toxinas, optimizando los resultados estéticos.
Cirugías ginecológicas: El DLM puede aliviar la hinchazón y el dolor abdominal tras cirugías como histerectomía o miomectomía
Blefaroplastia: El DLM reduce la hinchazón y los hematomas en la zona periocular, mejorando la apariencia del rostro.
Lifting facial: El DLM estimula la circulación sanguínea y linfática, tonificando la piel y combatiendo los signos de la edad.
Rinoplastia: El DLM ayuda a desinflamar la zona nasal y aliviar la congestión nasal.
Lipopapada: El DLM ayuda a eliminar el exceso de grasa en la zona del cuello y la papada, mejorando la definición del rostro.
Lipedema: El DLM reduce la hinchazón y la pesadez en las piernas, mejorando la circulación y combatiendo la celulitis.
Várices: El DLM favorece el retorno venoso y reduce la apariencia de las varices.
Cirugías ortopédicas: El DLM ayuda a reducir la hinchazón y el dolor tras cirugías de rodilla, cadera o tobillo.
Mastopexia: El DLM ayuda a reducir la hinchazón y el edema postoperatorio, mejorando la circulación y acelerando la cicatrización.
Aumento de pecho: El DLM favorece la reabsorción del edema y la adaptación del implante, optimizando los resultados estéticos.
Reducción de pecho: El DLM ayuda a eliminar el exceso de piel y grasa, mejorando la forma y el contorno del pecho.
Cirugías reconstructivas: El DLM puede aliviar la hinchazón y el dolor tras cirugías como mastectomía o reconstrucción mamaria.